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Maestro en Artes Visuales con énfasis en expresión gráfica, egresado de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Su trabajo utiliza las técnicas de reproducción tradicionales como la xilografía, litografía y serigrafía entre otras, para reflexionar alrededor de los diferentes ciclos que se presentan dentro de la naturaleza y la geometría.
Desde el 2011, hace parte del colectivo Taller Trez, donde ha podido explorar y nutrir su obra personal mediante exposiciones individuales y proyectos colectivos a nivel nacional e internacional.
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La exploración gráfica del maestro felipe Celis, busca dar cuenta de algo más allá de dibujo, como imagen oculta, que se revela a través del ver, el hacer, el grabado como oficio y como reflejo desde el proceso y la imagen final, construcciones que utilizan el volumen y las formas como excusa para cuestionar la forma de ver lo bidimensional.
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El maestro Celis inicia su exploración artística en el grabado tradicional, utilizando una técnica japonesa de grabado sobre papel de arroz denominada “ukiyo-e” o imágenes del mundo flotante. Un género de imágenes realizadas en xilografía, que se desarrollaron en Japón entre los siglos XVII y XX, que representaban escenas cotidianas de la vida nocturna, retratos de artistas famosos y paisajes, entre otros.
Botánica del mundo flotante, es un estudio de la naturaleza presente en el “ukiyo-e”. Es una expedición a través de doce imágenes, un juego entre hojas, flores, pequeñas ramas que parecen tan libres, llenas de vida y al mismo tiempo tan frágiles, en contraste con la geometría y estática, fría e indiferente a su entorno, y aun así, en pequeños momentos parecieran una sola cosa, unidas en lo más profundo, donde una no puede existir sin la otra, como un reflejo.
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Después de realizar este profundo análisis de la flora y de su fascinación por el mundo vegetal, por sus formas, belleza e increíble capacidad de adaptación, el maestro Felipe Celis, junto con Valentina Moliari, emprenden una expedición por diversos ecosistemas colombianos, con el fin de estudiar la variedad de su flora, sin herramientas científicas ni botánicas, utilizando el lenguaje de las imágenes como forma de estudio y aprendizaje.
Hoy en día Celis, alejándose del grabado, nos muestra una serie de grabados y xilografías impresas sin tinta, que dejan una huella invisible pero permanente sobre el papel. El espectador, ahora en el lugar del dibujante, se enfrenta a una imagen que espera ser descubierta, vista y dibujada.